Siempre digo que no me gusta mirar hacia atrás. Siempre me digo a mi misma que debo ser lo suficientemente fuerte para no traer a mi conciente memorias que anhelo, situaciones que en su momento me llenaron de alegrías. Esos momentos que compartimos juntos. Sentía que nada me podía tirar abajo. Vos fuiste mi sostén por un tiempo. Algunos dirán mucho, otros poco.
Siempre fui esa clase de piba que no puede mantener lazos por mucho tiempo. Me aburro fácil, me harto. Con vos fue diferente. Nunca sentiste que venimos a este mundo a buscar nuestra segunda mitad?
En mi caso, nunca pensé que pasaría. Cuando la situación se me presentó no supe como manjearla. Solo supe como sentir.
Provocabas en mí esa sensación de estar libre. Libre de prejuicios, de miedos, de dudas. Me ayudaste a conocer la felicidad. Fuiste mi felicidad. Con vos nada importaba. Solo me preocupaba por hacerte feliz. (no es fácil hacer feliz a alguien cuando apenas podés con tu vida).
Espero haberte podido dar al menos la mitad de lo que vos me entregaste.
Gracias, solo puedo decir gracias.
Gracias por las tardes, por las noches, por las palabras. Gracias por los besos, los abrazos, las risas.
Gracias por los recuerdos; en un principio dolorosos.
Ahora, de los más lindos que llevo en esta vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario